Para empezar a trabajar con entornos de aprendizaje inteligentes, es necesario conocer su arquitectura. Es decir, las capas que contiene, los elementos que componen estas capas y la forma en que están comunicadas estas capas. Podemos definir cuatro capas básicas, aunque estas pueden subdividirse o cuando no sean necesarias todas, reducir el número de ellas.
- Capa de sensores y actuadores. Son los elementos que permiten la comunicación dentro del entorno inteligente que estemos desarrollando y la posterior comunicación de los eventos que se produzcan en cada momento. Por ejemplo, podemos disponer de uno o varios sensores de cantidad/calidad de luz ambiental y una serie de actuadores que controlen persianas, cortinas y luminarias. Cuando la falta y la poca calidad de la luz del entorno educativo, genera un evento que se transmite a la siguiente capa, que será el encargado de tomar las decisiones adecuadas.
- Capa de Inteligencia Ambiental. Recibe los datos que sensores y de la capa de gestión de entornos. Toma decisiones, haciendo que los actuadores hagan su función o cambiando la gestión de eventos asociada a los sensores. Por ejemplo, si recibe un aviso de cantidad de luz insuficiente, da las órdenes adecuadas a los actuadores asociados: abre un poco más las persianas o enciende las luminarias de la zona en donde se ha detectado el evento. A su vez, recoge datos del comportamiento de los alumnos y puede ir ajustando el comportamiento del entorno de forma inteligente.
- Control y gestión de entornos. Cuando existen diversos entornos dentro de una misma organización, es interesante que la gestión de eventos se realice de forma superior en centralizada, aunque no sea imprescindible. Por ejemplo, tenemos un centro educativo con 20 aulas y el jefe de estudio debe estar al tanto de posibles disfuncionalidades que se presenten. Para que el jefe de estudios pueda realizar un seguimiento en tiempo real de lo que ocurre, puede monitorizar los eventos asociados a la cantidad de movimiento en el aula, el nivel sonoro y la actividad que se está realizando. El sistema de gestión de entornos puede avisar, de forma inteligente, que sería necesario que se desplazara a un aula determinada. Este aviso se puede hacer llegar directamente mediante mensajes android o email.
- Nube. Es muy interesante almacenar todos los datos que se generan dentro de los entornos inteligentes que estén disponibles. Con estos datos y con las herramientas adecuadas, será posible analizar los procesos de aprendizaje de forma detallada y a largo plazo. Las conclusiones que se obtengan, pueden utilizarse para elaborar/mejorar las reglas de inferencia que gestionan el sistema.