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Planificación del Aprendizaje. Un ejemplo práctico


Desde el punto de vista social, el objetivo del aprendizaje es doble. Por una parte se centra en la persona, pero sin dejar de lado a la sociedad. Cuando una persona se capacita, puede ofrecer a la sociedad una serie de beneficios positivos y oportunidades de desarrollo. Por ello es interesante no perder de vista los aspectos sociales implicados dentro del proceso de Enseñanza-Aprendizaje. Enseñar es mucho más que almacenar conocimientos dentro de la cabeza de un quienes tenemos delante. Desde este punto de vista, las competencias nos dan la posibilidad de incorporar aspectos actitudinales, habilidades y procedimientos, que se construyen conjuntamente con la adquisición de conocimientos, modelos y métodos. Las competencias tienen un profundo sentido que va más allá de lo meramente procedimental y burocrático.

Pasemos a la acción de Enseñanza-Aprendizaje que vamos a desarrollar y entrar en estos aspectos de forma directa. Empecemos por plantear el diseño instruccional en dos ejes antes descritos:
  1. Eje individual (persona), centrado en que cada persona pueda capacitarse de forma eficiente y duradera.
  2. Eje social (colectivo), centrado en que el grupo o colectivo que se forma adquiera capacidades colectivas que beneficien a la sociedad en su conjunto.
El aprendizaje social busca tanto que individuo y colectivo, adquieran capacidades de forma armónica y coherente. El eje individual no debería ser olvidado cuando se aplican metodologías de aprendizaje social, ya que siempre surge la tentación de tomar al colectivo como centro del proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

Para conseguir esta armonización entre los ejes individual y colectivo, es necesario definir claramente los objetivos, competencias y resultados que se deben obtener en cada uno de ellos. Por ejemplo, si tenemos el objetivo de enseñar a realizar raíces cuadradas, deberíamos pensar qué conceptos, relaciones entre ellos y procedimientos están involucrados. Las fases instruccionales deben adecuarse a las competencias que se desean introducir, desarrollar o alcanzar en cada una de ellas. Volviendo a la raíz cuadrada, se podría proponer la siguiente secuencia:
  1. Conceptos previos.Conocer y comprender los elementos de un triángulo rectángulo. Saber hacer mediciones de longitud con una regla o metro. Se pueden exponer a la clase y resolver colectivamente las dudas que surjan. 
  2. Conocer el problema que hace necesaria la definición de la raíz cuadrada. Por ejemplo se puede introducir la necesidad de utilizarlas para el cálculo de las hipotenusas en triángulos rectángulos. ¿Para qué sirve el cálculo de la hipotenusa? Se podría plantear una actividad en la que los alumnos buscan aplicaciones en donde es imprescindible. Si no se dispone de mucho tiempo de clase, se puede desarrollar colaborativamente de forma virtual, exponiendo los resultados obtenidos en clase.
  3. Comprender el problema del cálculo de la hipotenusa y relacionarlo de forma con diversidad de situaciones reales. Se pueden ofrecer ejemplo reales que hacen necesario el cálculo y proponer que se propongan más.
  4. Propuesta de cálculo intuitivo-práctico. Se propone que los alumnos midan con un metro los elementos y que propongan alguna "regla" metódica para el cálculo.
  5. Determinar en qué casos es fácil el cálculo y en cuales no es tan sencillo. Buscar una hipótesis de partida para responder a esto.
  6. Proponer el símbolo de la nueva operación y mostrar el método de obtención por medio de aproximaciones sucesivas .
Para evaluar la comprensión del alumno, proponer una serie de ejercicios/preguntas para desarrollar en clase, de forma que se evalúe la comprensión del alumno de forma dinámica y se puedan abordar las disfuncionalidades que puedan aparecer. Estos ejercicios deberían ser de dos tipos: individuales y colectivos. Los individuales buscan determinar la adquisición de conocimientos y habilidades básicas. Los colectivos, resolver dudas, proponer hipótesis y comprobar si son válidas.

Las utilización de herramientas virtuales nos permite hacer un seguimiento individual y colectivo, por lo que puede se muy interesante desarrollar/ajustar/personalizar estas herramientas para que dinamicen el proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

Por ejemplo, en la fase 4 se puede utilizar una herramienta de CAD sencilla, que permita la medición de ángulos y distancias en polígonos regulares. Por ejemplo, tenemos el programa LibreCad, que es de libre distribución y permite hacer esta tarea de forma sencilla (https://sourceforge.net/projects/librecad/)
  • Pensemos qué conceptos, relaciones métodos y competencias (elementos de aprendizaje) es están involucrados. Se puede empezar por determinar que elementos previos deben poseer los alumnos, para trabajar con ellos antes de empezar a desarrollar/adquirir nuevos. Podemos pensar en conceptos como: distancia, medida, unidades de medida, triángulo rectángulo, hipotenusa, catetos, etc. Relaciones de conceptos como las que se dan en torno al triángulo rectángulo o las que se establecen en torno a la medida de longitudes. Métodos como pueden ser los que conlleva la resolución de operaciones básicas con decimales, determinación de ángulos. Competencias a desarrollar, ayuda mutua, conciencia de lo que desconocemos, organización de trabajos tutelados entre varias personas, reparto de tareas en un grupo colaborativo, formas de colaborar para alcanzar resultados conjuntos, etc.
  • Una vez tengamos un listado de elementos previos, busquemos pensemos en qué dinámica de Enseñanza-Aprendizaje vamos a utilizar. Qué actividades, tiempos, objetivos, resultados y la forma en que valoraremos todo esto. Como estos elementos deberían haber sido asimilados previamente, se puede plantear su repaso mediante actividades colaborativas en las que los estudiantes que tengan más claro todo, tutoricen a los demás en el proceso de repaso. Esto se podría plantear mediante una actividad que se desarrolle de forma colaborativa, pero que deba ser presentada de forma individual.
  • Pasemos a listar los elementos que se van a construir a partir de los que hemos determinado como previos.
  • Es el momento de determinar qué dinámica vamos a utilizar para el proceso de Enseñanza-Aprendizaje (construcción), objetivos, resultados y evaluación de los mismos. En esta etapa podemos determinar qué actividades se van a desarrollar de forma expositivas, trabajo personal, cooperativo y colaborativo. Las partes expositivas son útiles para exponer elementos previos/fundamentales que deben ser tenidos en cuenta por todos. El trabajo personal puede ser útil como primera etapa de la dinámica de aprendizaje, sobre todo si se desarrolla con el punto de mira en la autoconciencia de lo que el cada estudiante no ha entendido o desconoce. El trabajo cooperativo es interesante cuando hay que realizar un desarrollo conjunto que puede ser dividido en partes y estas partes, ser abordadas por un alumno. Cada parte es un todo, que permite a cada estudiante desarrollar un trabajo personal completo. Trabajar de forma colaborativa conlleva un reparto de roles, en donde todos conocen lo que todos los demás están realizando. Es interesante utilizarlo como dinámica de aprendizaje social en aquellas partes en que unos estudiantes pueden ayudarse y complementarse unos a otros.
Pero no todo son ventajas, también existen retos a abordar. Pensemos en los aspectos negativos que podemos encontrar al desarrollar este tipo de dinámica de Enseñanza-Aprendizaje. Indudablemente, todo el proceso que se ha planteado conlleva tiempo y dedicación. Siempre es más rápido y aparentemente efectivo, ofrecer el conocimiento con brevedad, hacer un par de ejercicios en la pizarra, ofrecer una serie de problemas para hacer en casa y pasar al siguiente tema. 

Cadena de montaje
Nadie niega que un modelo fordista de Enseñanza-Aprendizaje es aparentemente más eficiente y eficaz. Tratar a los estudiantes como objetos a montar en una cadena de montaje de conocimientos nos ayuda a alcanzar los objetivos de enseñanza y delegar el aprendizaje en cada estudiante. El problema de la metodología fordista es principalmente la deshumanización. Al someter a un mismo tratamiento a un grupo humano heterogéneo, siempre generaremos un subgrupo que no se adapte y que año tras año se convenza de su incapacidad paraaprender.

En otros post abordaremos las maneras de optimizar los tiempos de aplicación de las metodologías colaborativas de Enseñanza-Aprendizaje.
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